viernes, 22 de julio de 2011

Instalando una ventana en el techo

Instalar una ventana o abertura en nuestro techo es una de las formas más habituales para obtener una mayor iluminación natural y es que, en muchas ocasiones las ventanas de las paredes no llegan a abastecernos lo suficiente como para poder quedarnos satisfechos, por lo que la idea de implementar este tipo de ventanas no ha de suponernos ningún impedimento a pesar de estar ubicadas en el propio techo.


Lo primero que debemos hacer, una vez asumido lo que queremos hacer y gastarnos, es elegir el tipo de material y diseño adecuado de nuestra ventana, generalmente se emplean claraboyas, tragaluces o ventanas normales y corrientes, por lo que la inclinación del techo es un factor clave. Si éste es totalmente plano, las claraboyas y los tragaluces son los más recomendados pero si presentase algún tipo de inclinación, las ventanas convencionales pueden ser una gran solución, evidentemente se nos plantea el problema a la hora de manipularlas ya que éstas se encontrarán a la misma altura que el propio techo, por lo que hoy en día existen unas barras telescópicas que mediante ellas, podremos acceder a su mecanismo pudiendo abrirlas y cerrarlas cuando nos plazca. También existe otro tipo de sistemas más modernos como el mecánico, donde gracias a un mando a distancia podremos hacer que se cierren o abran, es prácticamente el mismo sistema que se emplea para las persianas de la vivienda.

Antes de realizar nada, lo más recomendable es acudir al consejo de un técnico especializado que determine qué tipo de materiales se podrían emplear y de la forma en la que se va a construir, ya que debido a la posición en la que se ubicarán, el aislamiento es un factor clave para nuestra comodidad y el propio mantenimiento de la habitación. Antiguamente, tener este tipo de aberturas en el techo suponía en muchas ocasiones fugas de agua que generaban humedades en los materiales cercanos, como las paredes o los propios marcos de éstas, pero hoy en día, gracias a los avances y la tecnología actual, los materiales y los sistemas de colocación son mucho más efectivos y esto ya no supone ningún problema.

Dentro de la gran variedad de opciones con las que contaremos en la elección de nuestro sistema de iluminación, las claraboyas son unas de las más empleadas, por lo que prestaremos especial atención a éstas. Las nuevas tecnologías que nos rodean también han influido bastante en la creación de las claraboyas, ya que tendremos la opción de poder escoger algunas que nos protejan de los rayos solares y otras que nos permitan un aislamiento térmico adecuado a las temperaturas de nuestra zona.

Disponen de varios sistemas de apertura, como la telescópica, un sistema que nos permitirá un acceso al interior bastante más fácil pero con problemas ante la dispersión de la humedad. La apertura directa es una de las más empleadas para pasillos y aseos, y por otro lado contamos con apertura eléctrica, muy útil ésta por la comodidad que presenta ya que cuenta con un interruptor en la pared con el cual se procedería a abrirla y ventilar la zona. También cabe destacar algunas que se activan por sistemas de control automatizado, es decir, cuando detecte humos, esta procederá a abrirse automáticamente para evacuarlo.

Hay una gran multitud de opciones, el único inconveniente que se nos puede presentar es el económico ya que una obra en el techo generalmente tendrá que ser llevada a cabo por especialistas, ya que nos estamos jugando mucho si lo realizamos nosotros, y esto puede suponernos un gasto bastante alto.


Via : http://www.visitacasas.com/

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