lunes, 24 de mayo de 2010

Cómo reparar una cocina a gas

¿Cómo repara usted una cocina a gas cuando se rompe en la mitad de la preparación de un plato? ¿Y si sucede antes de que usted haya colocado la cazuela encima de la estufa? ¿Puede determinar usted de antemano si su cocina de gas tiene un problema y si ese problema podrá ser resuelto por usted o requerirá la ayuda de un profesional?


Comparados con las estufas eléctricas, la mayoría de los problemas con las cocinas a gas son simples, mecánicos y pueden resolverse con algunas medidas de localización de fallas que usted puede hacer. Para reparar una cocina a gas, usted sólo necesita observación aguda y sentido común. El esfuerzo propio para armar cosas también funciona, a menos de que en algún momento huela a gas, sospeche una fuga y no pueda identificar de dónde viene. Éste es el momento para obtener ayuda de expertos.

Por usted mismo, aquí hay algunos consejos para reparar una cocina a gas:
< b> ¿Qué hace usted cuando usted tiene hornallas atascadas? Sus hornallas de la cocina a gas tienen portas a través de las cuales el gas es soltado y que tienen el chispero que hace prender la llama controlada. Algunas veces usted se preguntará por qué sus hornallas no se prenden aun después de varios intentos. Revise las portas del quemador; pueden estar atascadas haciendo que el gas no pueda escapar para alcanzar el deflagrador. Usted puede quitar la parte superior de la hornalla y la base, luego puede desamblar el caño de la hornalla con las portas, y puede comprobar la existencia de obstrucciones. En este caso, usted necesita sólo limpiar esas portas, escarbando cada porta con un palillo de dientes o un alfiler, asegurándose de que el hueco esté despejado pero que no se deforme por la limpieza, cepillando los huecos para quitar cualquier sobrante o residuo, y luego lavando o cepillando la hornalla completamente. Si esto no se hace, obtenga ayuda de un experto en reparación ya.

¿Puede ajustar el tamaño de la llama? Idealmente, usted debería ver la llama de su estufa en un color azul brillante y con una consistencia muy caliente. El color azul es el resultado de la mezcla correcta de combustible del gas y aire circundante. Esto le asegura que el combustible está siendo quemado eficazmente. Si la llama es de un color amarillento o blanquecino, puede haber un problema con cómo está aireada la ignición del gas o cómo se mezcla el aire con el combustible del gas. Usted no sólo quemará sus cacerolas; sino que también correrá el riesgo de sobrealimentar la hornalla del gas. Para adaptar la mezcla de aire y gas al nivel más seguro y más eficiente, usted puede ajustar el piloto de la estufa, que es una válvula de paso localizada detrás de los botones de mando. Con un destornillador, usted puede cambiar de dirección y puede ajustarse este piloto hasta que obtenga una llama azulada que indique que usted ha alcanzado un nivel eficiente de mezcla de gas y aire.

Algunas veces después de limpiar y ajustar al piloto, usted todavía no puede obtener una llama instantánea en sus hornallas. También puede checkear la ignición en ésta instancia. La chispa de encendido está conectada al botón de mando de su estufa para encender la mezcla de aire y gas para encender una llama. Éste "deflagrador" está localizado ya sea a la izquierda o directamente al lado de la hornalla. Examine el deflagrador y revise en busca de obstrucciones, cables cortados o mecanismo dañados de chispas. Cepíllelo para liberar las obstrucciones y revelar cualquier mecanismo dañado, que si los hay, pueden ser reemplazados fácilmente. Algunos modelos de cocinas a gas usan deflagradores electrónicos que con el tiempo dejan de funcionar debido al desgaste normal. Si es así, entonces puede ser hora de reemplazar el deflagrador electrónico, también. Además, usted puede inspeccionar si hay algún cable cortado o aislador expuesto en su deflagrador electrónico. El módulo puede ser tener contacto con el cable a tierra y por eso no estar funcionando correctamente.

Cuando usted huela gas y lo rastree a su válvula de seguridad. Coteja que la válvula esté bien ajustada, que no haya mangueras sueltas o portillas defectuosas. Si después de ajustar todo todavía huele a gas, lleve su aparato a un reparador competente.

También pueden haber momentos en que se asuste por ver que su estufa está emitiendo más humo que lo usual. Antes de aterrorizarse, coteje su estufa en busca de acumulaciones de goteos. Algunas veces el goteo gordo y graso de las cacerolas se acumula en las hornallas. Cuando es tocado por la flama y quemado, este goteo crea mucho humo. Usted simplemente puede quitar esas acumulaciones de aceite y limpiar la grasa que se gotea abajo, lavando y secando ese goteo antes de su siguiente uso.

Éstos son simplemente algunos consejos básicos en relación a la forma de reparar una cocina de gas. Sin embargo, para los problemas que usted exactamente no puede precisar, es siempre mejor dejar que los expertos lo vean. Lleve su cocina a gas al taller de reparación próximo en caso de duda.


Fuente: http://www.visitacasas.com/

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