El color amarillo se identifica con la alegría, llena de luz cualquier habitación, pero no se puede cargar demasiado con este color porque puede resultar un poco monótono.
Para la decoración de una habitación se pueden utilizar colores tierras, con algo de blanco y es ahí cuando queda bien poner un toque de amarillo. Hay que ponerlo en un lugar especial, porque el color amarillo enseguida pasa a ser el centro de atención.
Puede haber un sofá estampado con amarillo, o algunos almohadones o cojines en este color. Ahora en otoño hay muchas hojas y hermosas flores amarillas. Siempre es bueno jugar con los colores y se puede combinar los cojines con una pared pintada o con papel tapiz amarillo.
El dormitorio puede resultar muy acogedor con paredes pintadas en tonos amarillos, combinadas con papeles de la misma gama algo más fuerte, formando un todo con la ropa de cama. Si se logra esa armonía, el dormitorio pasará a ser hermoso y acogedor, más aún cuando se encienda la luz. Si el dormitorio es más animalista, las tulipas o pantallas de las lámparas pueden ser amarillas, con muebles blancos y con algún detalle como puede ser el caso de cuadros donde predomine el rojo u otro color fuerte.
Fotos: Southernaccents
Via : http://www.estiloydeco.com/
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