Hemos visto muchas veces como en los lofts se deja completamente diáfana la superficie del piso para posteriormente crear una segunda altura, elevada por encima de la primera a la cual se accede mediante una escalera de obra u otra más rudimentaria. Lo cierto es que este tipo de estructuras tienen sentido, ya que estos lofts vienen dela necesidad de ocupar zonas industriales allá por los años 50. Evidentemente estos lugares contaban con unos techos altísimos, por lo tanto no suponía ningún problema crear una plataforma superior para establecer allí el dormitorio o un pequeño estudio.
El problema es que los pisos de hoy en día no cuentan con estos elevados techos, por tanto es común dejar todo el piso diáfano menos la habitación principal y el baño. No obstante, cabe destacar que tampoco es necesario, lejos de lo que se pueda creer, contar con una distancia del piso al techo enorme. Simplemente necesitamos tener espacio suficiente para que una persona quepa de pie y pueda tumbarse en la cama. Para que nos entendamos, que no sea un nicho, pero tampoco un palacio. Si lo miramos de esta forma, cualquier estancia puede ser modificada y crear así una doble altura para alojar nuestra cama. Un pequeño espacio a modo de buhardilla que quedará de lo más cool en nuestra casa.
Esta solución es realmente buena para los pisos con poco espacio, ya que en la parte inferior podemos tener un estudio y en la superior la cama. Evidentemente la estructura debe ser realizada por completos profesionales, en esta ocasión hacerlo uno mismo sin tener idea alguna de estructuras podría ser nefasto.
Foto vía: vintageandchicblog.com, anuncioneon.com, lamparas.es
Via : http://www.estiloydeco.com/
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