Tendemos a pensar que este material es sólo apto para decorar baños, pero lo cierto es que las ventajas que aporta el gresite (ya no sólo las estéticas que se son bastante apreciables) son múltiples y perfectas para otros lugares como la cocina.
Para comenzar diremos que el gresite es un material de una durabilidad excepcional. Es bastante duro y, lejos de lo que se pueda pensar comúnmente, muy fácil de limpiar y resistente a las manchas. Además, este material no se altera por cambios bruscos en la temperatura.
Todos sabemos que este material se ha utilizado en muchas ocasiones y desde hace mucho tiempo en los revestimientos de piscina, esto es debido principalmente a que el gresite es un excelente aislante para el agua.
Que decir de las combinaciones de colores que se pueden crear. El gresite permite una gran variedad de opciones con tonalidades distintas. Podemos emplear un mismo color en diferentes tonalidades o colores completamente distintos que aporten viveza a nuestra estancia. Las opciones son tan variadas que necesitaremos tiempo y un poco de gusto para poder encontrar nuestra combinación ideal.
Su acabado también puede variar. Podemos encontrarnos con un acabado vidrioso, liso o en relieve, cerámico o incluso mate si lo deseamos. Además, sus dimensiones (normalmente 2,5 y 5 centímetros) hacen que las estancias parezcan mucho más grandes. Aunque parezca increíble aporta una gran sensación de amplitud en estancias reducidas.
Estas son las principales características de este material, que seguramente encuentra su desventaja en el precio. Y es que a día de hoy sigue siendo un material caro, además su colocación debe ser realizada por expertos ya que de otra forma no quedará igual de bien y podemos tener problemas con las juntas.
Foto vía: dsreformasypinturas.com, hogarismo.es, porcelanite.es, porcelanosa.com
Via : http://www.estiloydeco.com/
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