Las molduras han sido ya utilizadas por los griegos desde tiempos pasados y hoy en día siguen utilizándose con fines ornamentales en los techos de nuestros hogares aunque también tienen como finalidad facilitar el trabajo de arquitectura o carpintería. Este tipo de adornos proporcionan un toque elegante y clásico a cualquier lugar. Se trata de un proceso muy sencillo que todos podemos realizar por nosotros mismos ya que los materiales no son nada pesados y únicamente necesitamos una escalera, la moldura, pegamento, una caja de ingletes, una sierra, una espátula y una esponja para retirar el sobrante de adhesivo.
Las molduras que más se usan en carpintería son las barras, cornisas, esquineras, etc. Entre los materiales más comunes para este tipo de ornamenta son el yeso o el poliuretano que al tratarse de materiales ligeros suelen facilitar la colocación de los mismos.
En primer lugar debemos elegir el tipo de moldura que queremos colocar en el techo y podemos elegir el color, aunque el color clásico y más común es el blanco, una vez puesta la moldura en el techo ya fijada podemos pintarla del color que queramos pero recordando siempre que si la moldura es de poliuretano la pintura que utilizamos no puede contener disolventes ya que acabaría destruyendo poco a poco a la moldura. Una vez elegida la moldura debemos saber si la queremos tocando tanto el techo como la pared a modo de junta o queremos que exista un espacio entre la moldura y la pared.
En caso de quererla separada de la pared debemos medir a qué distancia la queremos y hacer una marca que nos servirá como guía y posteriormente se necesita una caja de ingletes para cortar las molduras con el ángulo correcto para la correcta unión de las mismas en la esquina. Posteriormente pondremos el pegamento, que en ocasiones deberá ser especial para yeso, en la moldura con ayuda de la espátula, se coloca sobre donde queramos y arrastramos hasta colocarla en la zona deseada.
Antes de colocar la moldura debemos rallar con un destornillador la superficie de la pared si queremos que la moldura se adhiera correctamente sino, se pegara a la pintura de la pared en lugar del yeso y puede que se desprenda. Podemos utilizar la espátula y la esponja para rellenar las imperfecciones y para eliminar el sobrante de adhesivo. El adhesivo lo podemos aplicar con una pistola de forma que sea un proceso más higiénico y rápido. Será cemento cola para la escayola y pasta de fijación especial para el poliuretano.
El uso de las molduras tiene algunas ventajas como el disimulo de alguna imperfección, facilita la limpieza de las esquinas y además resultan muy adecuadas en paredes con papel mural ya que bajo las molduras se disimulan perfectamente las uniones del papel. Muchas de las molduras incluyen una base que debe ser aplicada sobre las juntas de la pared y el techo a modo de esqueleto y posteriormente se debe pegar la moldura sobre ésta base.
Si el techo que queremos decorar con la moldura es demasiado alto podemos utilizar una moldura de mayor tamaño mientras que si el techo es más bajo nos conviene utilizar una moldura más pequeña para evitar que nuestra casa parezca más pequeña.
Via : http://www.visitacasas.com/
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