Si usted anda buscando fuerza, estabilidad, firmeza y longevidad en un mirador de metal, entonces tiene un montón de opciones para satisfacer sus necesidades. Existen estructuras de desde 4 a 12 lados, y también existen estructuras irregulares como los rectángulos, los óvalos y las formas multi seccionadas. A menudo se presentan en formas exóticas, como en forma de remolino, o parecidos a una planta. A pesar de su no son hechos de madera, tienen una apariencia muy elegante que puede complementar cualquier decoración de exteriores.
La mayoría de los miradores de metal vienen en aluminio, acero y hierro forjado. El aluminio es el material más barato y más ligero. Servirá para la mayoría de las circunstancias. Pero si usted anda buscando una estructura mucho más permanente, el hierro acerado o trabajado será su mejor opción. Estos metales son mucho más pesados que el aluminio y por consiguiente resisten mejor los vientos fuertes. Otra preocupación de algunos consumidores es que el acero y el hierro no pueden ser dañados por el vandalismo. Así que aunque el acero y el hierro son más caros que el aluminio, usted podría ahorrar dinero al largo plazo, porque durarán más.
La mayoría de los miradores de metal no tienen un techo contiguo para alejar la lluvia o la nieve. Usted o puede dejar su mirador de metal así como está y lo puede apreciar por su valor estético, o puede sumarle una canopia equipada. Estas están a menudo hechas de unos polímeros o marcos pesados. Este diseño abierto sirve para exhibir plantas que pendan en cazuelas del techo o que sean trepadoras, como las vides. Añadir plantas a un mirador de metal traerá más sombra y belleza a ese área.
La mejor parte de cualquier mirador de metal es su habilidad de resistir todo lo que un mirador de madera no puede. La putrefacción, las termitas, el desgaste por el sol, las torceduras, la decoloración, las astillas… son todos elementos que no afectarán a un mirador de metal.
Fuente: http://www.visitacasas.com/
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