¿Quién habría pensado que algo que es supuestamente venenoso podría tener tantas personas pidiéndolo a gritos?
Esa es una lección para el escepticismo
Cuando el botox llegó al mercado, muchos fueron escépticos sobre los efectos de este producto químico recién desarrollado. La sustancia es un complejo de proteínas hecho de una bacteria llamada clostridium botulinum, y muchos temían que el producto químico tuviera el mismo efecto en la piel que el que tenía en el cuerpo. Para aquellos que aún no lo saben, el botox viene de la misma toxina que puede causar intoxicación alimentaria en humanos.
Resultó ser realmente efectivo y un éxito enorme especialmente en el negocio de la cirugía plástica. También se usa para aliviar el dolor de áreas musculares en personas que tienen dolores crónicos. Su efecto es tan bueno que personas que estaban normalmente recluidas en sus casa por el dolor ahora viven vidas normales.
La alternativa popular
Como el botox inhibe la liberación de la acetilcolina (un producto químico responsable de la contracción de los músculos en diversas partes del cuerpo), se usa primordialmente para limpiar las arrugas y las líneas de ceño fruncido en la cara a través de inyecciones en áreas particulares. El efecto de la droga puede durar por varios meses. Sin embargo, sólo se utilizan cantidades pequeñas de la toxina para estos procedimientos cosméticos. Demasiado uso de la toxina puede producir efectos secundarios desastrosos.
En el 2001 solamente, casi 1.6 millones de americanos han tenido inyecciones de botox en las distintas áreas de sus cuerpos. Éste es un incremento significativo de los números del 2000. De hecho, las inyecciones de botox son aún más populares que el levantamiento de busto y los procedimientos de aumento de busto.
Fuente: http://www.visitacasas.com/
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